PARA ACABAR CON EL MAÍZ TRANSGÉNICO:

1.- No consumas ningún maíz que no diga claramente que no es transgénico.
2.- Envía un correo al Ministerio de Medio Ambiente con este texto u otro similar: "QUIERO QUE SE PROHIBA EN ESPAÑA EL CULTIVO Y EL CONSUMO DE PRODUCTOS TRANSGÉNICOS, ADEMÁS DE QUE SE ESPECIFIQUE CLARAMENTE EN LOS ETIQUETADOS QUE PRODUCTOS SON TRANSGÉNICOS".
3.- Difunde este blog y cualquier noticia al respecto.
4.- Envía un correo a las principales productoras comunicándoles tu decisión (se facilitarán los correos).
5.- Envía un correo a las principales cadenas de supermercados (se facilitarán correos).
7.- Envía correo a los diferentes partidos comunicándoselo.
7.- Usa el boca a boca tradicional y las redes sociales.
8.- Infórmate.
7.- Aportando cada uno un granito no transgénico nos daremos cuenta de lo fácil que es. Está en nuestras manos.
¡VAMOS A ACABAR CON EL MAÍZ TRANSGÉNICO!
¡QUÉ NO LES QUEPA DUDA!


lunes, 15 de noviembre de 2010

¿Se sirven transgénicos en los comedores escolares públicos de la Región de Murcia?

Fuente: Ecologistas en Acción

Ecologistas en Acción Región Murciana ha solicitado a la Direccion General de Promoción, Ordenación e Innovación Educativa, información

Ecologistas en Acción Región Murciana ha solicitado a la Direccion General de Promoción, Ordenación e Innovación Educativa, información sobre si en los comedores escolares de los centros públicos de enseñanaza de la Región de Murcia se sirven alimentos modificados genéticamente (OMGs) o derivados de éstos en los menús del alumnado
Ecologistas en Acción de la Región de Murcia se suma así a todas aquellas personas que trabajan en pro de una alimentación con las máximas garantías para los más pequeños. Conscientes de que el asunto de los transgénicos y su cultivo, pesea no estar prohibidos en nuestro país, es una cuestión controvertida, con un debate muy activo en toda la Unión Europea, en la que diez países han decidido prohibir su cultivo.
Investigaciones de varios científicos de la comisión de expertos de OMGs de la Unión Europea, y de diferentes universidades en todo el mundo, han encontrado evidencias claras de una relación entre el consumo de alimentos modificados genéticamente y determinados riesgos para la salud, como la posible afección a las funciones renales y hepáticas, desarrollo de alergias, cánceres, malformaciones congénitas, etc. (1 y 2).
Los Organismos Genéticamente Modificados (OGM), también conocidos como Transgénicos, son animales o plantas a los que se les ha introducido artificialmente en laboratorio un gen de otra especie (animal o vegetal), que de una manera natural jamás podría haber llegado a formar parte de ese animal o planta.
Actualmente, los únicos OGM que se cultivan con fines comerciales son plantas, aunque ya se está intentando abrir la puerta a la comercialización de animales modificados genéticamente, concretamente un salmón que crecería el doble de rápido que el salmón natural.
Los principales tipos de plantas transgénicas que actualmente se cultivan y comercializan son dos:
1.- Plantas Modificadas Genéticamente para Resistir un potente herbicida (comercializado por la misma marca que vende esa variedad)
2.- Plantas Modificadas Genéticamente para Producir su propio insecticida contra una determinada plaga.
Los cultivos mayoritarios de plantas modificadas genéticamente son la soja y el maíz, que son dos de los cultivos más extendidos a nivel mundial, y base de la alimentación de millones de personas en el mundo. También son dos de los componentes principales de los piensos que comen los animales destinados a consumo humano en los países ricos, entre ellos España.
Por ejemplo, la "Soja RR" que debe su nombre al herbicida Roundup Ready, se ha modificado genéticamente para soportar grandes cantidades de este herbicida, considerado el pesticida más tóxico del mercado.
Por otra parte las plantas de "Maíz Bt" han sido modificadas genéticamente para que produzcan en su interior la toxina Bt, que debe su nombre a la bacteria Bacillus Thuringiensis, generando así la planta transgénica un cristal de proteína letal para determinados insectos. Esta modificación pretende combatir la plaga del taladro.
Actualmente existen dos vías por las que el consumidor puede estar comiendo alimentos genéticamente modificados:
Consumo directo, cuando consume la soja o el maíz directamente a través de la leche de soja, semillas de soja, maíz cocido, palomitas, harina de maíz, etc.
Aunque la forma mayoritaria a través de la cual llegan los transgénicos a la dieta de los consumidores es la indirecta. Bien a través de los productos animales destinados a consumo humano (ya que la soja y el maíz forman parte de los piensos con los que mayoritariamente se alimentan a los animales destinados a consumo humano). Y también, y quizás la forma mayoritaria, en los productos elaborados: salsas, comida envasada, bollería industrial... Ya que buena parte de esos productos contienen derivados de la soja y/o del maíz en su composición, por lo que pueden contener soja o maíz transgénico.
A pesar de que existe una normativa sobre el etiquetado de los productos alimenticios que contienen OMGs, que obliga a indicar en la composición la presencia de transgénicos en el producto cuando contiene más de un 0'9% de OGM, la verdad es que existe muy poco control por parte de las autoridades sanitarias y agrícolas sobre el cumplimiento de dicha normativa.
La organización ecologista advierte que existe una amplia literatura científica que asocia la presencia de pesticidas y tóxicos en los cuerpos de los niños, aún a niveles muy bajos de concentración, con diversos problemas de salud que van desde el cáncer a alteraciones hormonales, pasando por otros que tienen que ver con el rendimiento escolar, tales como la alteración del equilibrio de la química cerebral que podría desembocar en problemas como el déficit de atención e hiperactividad (3 y 4). La ciencia demuestra que los cuerpos en desarrollo son menos capaces de eliminar esos tóxicos, y que son más susceptibles a acumularlos y sufrir alteraciones a causa de ello (5 y 6).
Por todo ello, Ecologistas en Acción ha querido informarse del tipo de alimentación que ofrecen los comedores escolares de los centros públicos de la Región de Murcia, y concretamente de la posible inclusión de alimentos transgénicos en las dietas infantiles.
Los ecologistas informan que, hoy por hoy, la única forma de asegurar que un alimento no es transgénico ni ha sido tratado con productos tóxicos de síntesis es que tenga el sello que certifica que es un alimento de producción ecológica. Este tipo de cultivos y animales, para poder ser comercializados con el sello ecológico, sufren una serie de análisis periódicos para evitar la presencia de determinados compuestos tóxicos y transgénicos, toda una garantía al consumidor, algo de lo que están exentos el resto de alimentos que llegan a nuestro mercado, cuyos controles son mucho más laxos.
Por ello, la organización recomienda a las instituciones públicas de la región de Murcia la elaboración de un menú sano para el alumnado, que no contenga alimentos transgénicos y que en lo posible incluya alimentos procedentes de la agricultura ecológica certificada, para asegurar un mejor desarrollo físico e intelectual.
En este sentido Ecologistas en Acción señala que este tipo de iniciativas ya se han puesto en marcha en otras comunidades autónomas, como es el caso del programa de la Junta de Andalucía "Alimentos Ecológicos para el Consumo Social en Andalucía" que promueve la alimentación saludable y ecológica. Fuera de España, hay iniciativas de mucho mayor alcance. En Italia, por ejemplo, hay leyes que obligan a introducir alimentos ecológicos en los menús escolares.
La Región de Murcia podría asumir perfectamente esta inclusión de alimentos ecológicos en los menús escolares, puesto que cuenta con un gran desarrollo de los cultivos ecológicos en su territorio. En 2009 se superaron las 60.000has de superficie cultivada en régimen ecológico (un 10% de la superficie agraria útil de la provincia), con unos 2.500 agricultores y unas 180 empresas (7), aunque actualmente la mayor parte se destina a la exportación a países de Europa. Se estima que en 2005 cerca del 80% de la producción española de productos ecológicos se exporta mayoritariamente a países de Europa, principalmente Alemania, Holanda, Francia y Reino Unido, en especial productos frescos (8).
El apoyo de este tipo de iniciativas sería un impulso para la agricultura ecológica local, con claros beneficios sociales y ambientales.

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