Por Jean Guerrero
CIUDAD DE MÉXICO—La cuna del maíz avanza hacia el uso de variedades genéticamente modificadas para disminuir su dependencia de las importaciones, pero la férrea oposición de algunos agricultores y defensores del medio ambiente, que lo ven como una amenaza a las especies nativas, ha desacelerado la marcha.
Monsanto Co., Pioneer Hi-Bred y Dow AgroSciences completaron recientemente experimentos pequeños y controlados con cultivos transgénicos en el norte de México y están solicitando autorización al gobierno para entrar en una etapa "pre-comercial" que podría expandir el área de cultivos de 14 hectáreas a poco más de 200 hectáreas. Los experimentos comenzaron en octubre, cuando se levantó una moratoria de 11 años sobre el maíz genéticamente modificado.
Sin embargo, muchos temen que los cultivos transgénicos podrían cruzarse con las cerca de 60 variedades locales documentadas de maíz, modificando la biología de un grano culturalmente significativo. LEER+
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