Los mexicanos viven en constante riesgo de padecer enfermedades crónico-degenerativas como cáncer, hipertensión, diabetes y otras derivadas del sobrepeso, así como diferentes tipos de alergias, a causa del consumo de maíz transgénico, pese a que en el país no se ha permitido su cultivo para comercialización.
El problema es que al año, más de 10 millones de toneladas de este grano son importadas de Estados Unidos, de las cuales el 80 por ciento es de origen transgénico, lo que ha provocado que su consumo y el de otros productos industrializados afecten la salud de la población.
De acuerdo con la organización Greenpeace, más de siete millones de toneladas de maíz amarillo forrajero son utilizadas para realizar tortillas, aunque por sus características no son aptas para el consumo humano.
Esta situación mantiene alerta a agricultores, asociaciones civiles y a la comunidad médica, ya que siendo el maíz la base de la alimentación en México, en diferentes estados se importa maíz transgénico de Estados Unidos. LEER +
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